¿Sabías que el cultivo de la patata se remonta a la friolera de 8.000 años? Concretamente, su origen se sitúa en el altiplano situado al sur de Perú, cerca del lago Titicaca, en la frontera con Bolivia. Y, ¿sabías que nada menos que aproximadamente un 85% de la planta de la patata es comestible? ¡Pues sí! Os iremos contando más curiosidades de la patata; pero hoy, hablamos acerca de la siembra de este regalo de la tierra. ¿Te quedas?
La siembra de las patatas en España
Sin ninguna duda, la patata es una de las hortalizas más consumidas en todo el planeta. Suele plantarse al finalizar el invierno, entre marzo y abril. Aunque esta es la generalidad y siempre dependerá del clima del lugar donde se cultive. En España, lo habitual es que la siembra se lleve a cabo al comienzo de la primavera.
El tipo de suelo óptimo para cultivar patatas es el franco o franco-arenoso, nivelado y sin terrones. También es importante que sea un suelo aireado y con un buen drenaje. Una textura de tierra ligera favorece el desarrollo óptimo del tubérculo. Con el objetivo de evitar plagas bacterianas, se aplica la rotación de cultivos.
El clima ha de ser entre fresco y templado para que el proceso de formación de los tubérculos de la planta se desarrolle adecuadamente (15º-25º). Estos, los tubérculos, comienzan a brotar entre uno y dos meses desde su plantación, dependiendo de la variedad. Además, debe evitarse exponer a la planta a posibles heladas, ya que podría verse afectada.
La patata es un cultivo que requiere de un riego abundante durante todo el proceso del cultivo. El riego ha de ser constante, pero en cantidades moderadas.
En Frusangar, nos gusta innovar. Por eso, hemos incorporado en la mayoría de envases un código QR, que varía según la producción y facilitarte toda la información relativa al producto. Así, podrás ver el proceso de recogida, el certificado de procedencia y, en definitiva, la calidad de las patatas que te llevas a casa.