Las patatas, entre otros alimentos, es uno de los mejores alimentos para entrar en calor y ayudarnos a mantener una temperatura constante en invierno. De hecho, nuestro organismo realiza un sobreesfuerzo en épocas de frío y hace que consumamos muchas más calorías. Calorías que debemos recuperar con la ingesta de productos que proporcionen al metabolismo una mayor cantidad de energía. Por esto, hoy te explicamos algunos motivos por los que deberías consumir patatas en invierno.
Razones para consumir patatas en invierno
El consumo de patata (como todo, siempre de forma moderada) está recomendado en cualquier época, pero en el periodo invernal más. Estamos en los albores del otoño y ya ha llegado el frío, pero… “Winter is comming” y tenemos por delante tres meses de bajas temperaturas. Así que, vamos a explicar algunos de los muchos beneficios de consumir patatas en invierno.
- Como decíamos en la introducción, el aporte calórico de las patatas nos ayuda a regular la temperatura corporal. Es decir, que favorece el recuperar las calorías perdidas por nuestro organismo en invierno. El frío hace que nuestro metabolismo realice un sobreesfuerzo, consumiendo muchas más calorías. Por tanto, comer patatas en invierno nos permitirá mantener una temperatura corporal constante
- Contiene un bajo índice glucémico. Es aconsejable el consumo de patata, pero no es necesario atiborrarse. ¿Es eso posible? Sí, la patata tiene índices glucémicos bajos y esto produce cierta sensación de saciedad
- Otro motivo para consumir patatas en invierno es que son ricas en fibra, algo que resulta muy beneficioso para el tránsito intestinal
- Además de su aporte calórico, la patata es un alimento que aporta minerales (hierro, potasio, magnesio, entre otros), ácido fólico y vitaminas B1 y B2
Pues estos son algunas de las razones por las que es aconsejable consumir patatas en invierno… y en cualquier otra época del año. En Frusangar contamos con productores de confianza, mimamos el producto en todas las fases y obtenemos patatas de calidad para freír, cocer y hervir. ¡Qué alimento tan rico y tan beneficioso para nuestro organismo!