En Patatas FRUSANGAR celebramos el 10º aniversario de Patatas LA CHULAPONA, un proyecto nacido del compromiso con la tierra, la tradición y la innovación local. A lo largo de una década, hemos logrado que este producto de Km0 se posicione como un referente tanto en la gastronomía profesional como en la mesa de los consumidores de la Comunidad de Madrid. Hoy, hacemos balance de una historia de éxito que aúna sostenibilidad, sabor y excelencia.
Un origen con nombre y apellido
Patatas LA CHULAPONA es mucho más que un alimento: es símbolo de autenticidad, de respeto por las raíces y de apuesta por el desarrollo rural. Su nombre, inspirado en la famosa zarzuela y en las mujeres madrileñas que labraron estos campos, rinde homenaje a la cultura de la capital y a las generaciones de agricultores locales.
La Historia: De la Idea al Referente
Año 2015: Nace La Chulapona de la mano de FRUSANGAR, en respuesta al deseo de ofrecer una patata nueva de temporada y de origen cien por cien madrileño.
Selección de terrenos: Los campos de Villamanrique de Tajo y la Comarca de Las Vegas se eligen por su suelo arcilloso y clima mediterráneo, ideales para este cultivo de alta calidad.
Ciclo agrícola controlado: Desde la siembra hasta la cosecha, el proceso privilegia métodos tradicionales coordinados con tecnología de precisión, para garantizar una producción sostenible y trazabilidad absoluta.
Las Claves del Éxito
Producto de Km0: Compromiso con lo Local
La Chulapona solo se cultiva y distribuye en la Comunidad de Madrid. Esta limitación no es una barrera, sino una garantía de que lo mejor de nuestra tierra llega fresco, en menos de 24 horas, a los puntos de venta y restauración.
Menor huella de carbono: Reducción del 68% en pérdidas logísticas respecto a productos de otras regiones.
Frescura y sabor superior: El recorrido campo-mesa se reduce a menos de 12 horas.
Apoyo al empleo local: Más de 1,500 empleos directos y miles de indirectos vinculados al ciclo del cultivo, envasado, distribución y venta.
Certificación y Excelencia: Sello M de la Comunidad de Madrid
La Chulapona ostenta el exclusivo sello M Producto Certificado, que avala su origen y calidad. Para obtenerlo, cada lote supera 17 controles analíticos, entre ellos:
Densidad específica (1,080-1,095g/cm³)
Porcentaje de almidón (18-22%)
Bajo nivel de solanina
Trazabilidad desde el campo hasta el etiquetado
Esta certificación convierte a LA CHULAPONA en la primera patata madrileña con reconocimiento de calidad y origen, distinción especialmente valorada en la restauración y por los consumidores que exigen productos de confianza a su mesa.
Innovación y Tradición: Proceso de cultivo único
Cosecha nocturna y tecnología de precisión
La cosecha se realiza de noche para proteger los tubérculos del estrés térmico, minimizando la producción de solanina y garantizando una textura y sabor óptimos durante 28 días posteriores a la recolección.
El uso de maquinaria de última generación y asesoría agronómica favorece una mayor eficiencia y sostenibilidad sin perder el alma tradicional del producto.
Selección y formatos de venta versátiles
Ofrecemos variedades autóctonas cuidadosamente seleccionadas por su rendimiento y sabor, en formatos adaptados tanto a consumo doméstico como profesional: malla lavada de 3kg, bolsas de papel biodegradables y cajas a granel de 10kg.
Valor Gastronómico: de la campo a la carta gourmet
La versatilidad culinaria de La Chulapona la convierte en favorita de chefs, hosteleros y expertos, así como de amantes de la cocina en casa.
Chefs de referencia como Iñigo Urrechu han reivindicado su valor para tortillas, purés, ensaladilla rusa, guarniciones y platos castizos como los huevos estrellados, receta en la que la elección de la patata marca la diferencia y define la autenticidad del plato.
Desempeño en cocina profesional y hogar
Fritura profesional: Absorbe 23% menos aceite que variedades estándar; costra crujiente y uniforme en 160 segundos.
Resistencia al recalentamiento: Color y textura óptimos tras varios recalentados; ideal para batch cooking.
Innovación en texturas: Permite purés, espumas y guisos con consistencia estable y sabor pleno.
Sostenibilidad y Futuro: de la Tierra para Madrid
Impacto ecológico reducido
El cultivo y consumo esencialmente local se traduce en:
Menores emisiones de CO₂
Ausencia de agroquímicos livianos y antigerminantes
Embalajes biodegradables
Rotación de cultivos para preservar los suelos
FRUSANGAR trabaja con agricultores asociados para implementar buenas prácticas ambientales y sociales, impulsando una agricultura que cuida tanto el entorno como las personas.
Apoyo a la Comunidad
La compra de Patatas La Chulapona es también un acto de apoyo al comercio responsable y al desarrollo rural. Cada campaña genera relaciones de confianza entre productores y distribuidores de la comunidad, contribuyendo a la vitalidad de los municipios agrícolas y la economía regional.
Una década llevando el nombre de Madrid
Después de diez años, el balance no puede ser más positivo: crecimiento exponencial en ventas, reconocimiento mediático, fidelidad de los consumidores y los profesionales, y una identidad que conecta con el paladar y el corazón de Madrid. El estudio de tendencias de Mercasa de 2025 lo confirma: el 68% de los consumidores premium en la región están dispuestos a pagar hasta un 30% más por productos con sello de denominación madrileña y el 54% de los jóvenes valoran la trazabilidad y el origen Km0.
En el 10º aniversario de Patatas LA CHULAPONA, renovamos nuestro compromiso: seguir apostando por el producto local, por la innovación sostenible y por la calidad sin concesiones. Gracias por formar parte de esta aventura, ya seas profesional o amante de la buena mesa, y por apostar cada día por el auténtico sabor madrileño.





