Innovación y tecnología en la selección de patatas

La evolución tecnológica ha transformado la industria agroalimentaria, y el sector de la producción y distribución de patatas no es la excepción. Hoy en día, la automatización en la selección y clasificación de patatas permite optimizar los procesos de calidad, reducir el desperdicio y cumplir con los exigentes estándares de certificaciones como IFS Food y Global GAP. En este artículo, exploraremos las tecnologías más innovadoras, los fabricantes líderes del sector y cómo su aplicación mejora la eficiencia y sostenibilidad de la producción.   Inteligencia Artificial y Visón Artificial en la clasificación de patatas La visión artificial y la inteligencia artificial (IA) han revolucionado la forma en que las patatas son clasificadas. Sistemas como Tomra 5A, desarrollado por Tomra Food, utilizan cámaras de alta resolución y algoritmos avanzados de IA para analizar cada patata en tiempo real, detectando defectos como golpes, deformidades o enfermedades superficiales. Estos sistemas permiten:   1.    Mayor precisión en la clasificación Las innovaciones en tecnología de clasificación han permitido alcanzar una mayor precisión en la selección y procesamiento de las patatas, asegurando que solo los productos en óptimas condiciones lleguen al mercado o a la industria alimentaria. Los sistemas de visión artificial, combinados con inteligencia artificial (IA) y aprendizaje automático, permiten analizar rápidamente cada patata en función de su color, textura, tamaño y forma, identificando defectos externos como: Magulladuras o golpes que pueden afectar la apariencia y calidad del producto. Podredumbre o enfermedades que comprometen la seguridad alimentaria. Deformaciones o tamaños irregulares, esenciales en productos que requieren un calibre homogéneo, como las patatas fritas o precocidas. Gracias a esta precisión, se evita que productos defectuosos lleguen al consumidor, garantizando la homogeneidad en cada lote y asegurando un estándar de calidad uniforme. Además, permite adaptar la clasificación a distintos mercados, separando las patatas ideales para el consumo fresco de aquellas que serán procesadas industrialmente.   2.    Reducción del desperdicio La implementación de tecnologías de clasificación y selección también contribuye significativamente a la reducción del desperdicio, optimizando el uso de las materias primas y disminuyendo las pérdidas económicas. Las patatas descartadas en la primera selección no necesariamente se desechan, sino que pueden redirigirse a otros usos industriales, tales como: Producción de almidón, utilizado en la industria alimentaria, farmacéutica y textil. Fabricación de copos o puré de patata instantáneo, aprovechando aquellas patatas que no cumplen con los estándares de forma, pero sí de calidad interna. Biogás y alimentación animal, donde los residuos pueden transformarse en fuentes de energía o en suplementos nutricionales para el ganado. Esto no solo tiene un impacto positivo en la sostenibilidad, sino que también mejora la rentabilidad de la producción al minimizar las pérdidas de materia prima y aumentar el aprovechamiento de los recursos.   3.    Automatización del control de calidad La automatización del control de calidad es clave para eliminar la variabilidad inherente a la inspección manual, asegurando un monitoreo continuo y en tiempo real de las patatas durante todas las etapas del procesamiento. Los sistemas modernos de visión artificial y sensores avanzados permiten: Detectar defectos de manera instantánea, sin interrupciones en la línea de producción. Ajustar parámetros de clasificación en tiempo real, asegurando una calidad constante. Reducir la intervención humana, lo que minimiza errores subjetivos y aumenta la eficiencia operativa. Además, la recopilación de datos en tiempo real permite tomar decisiones estratégicas de manera más rápida y precisa, optimizando la producción y garantizando la máxima calidad del producto final. Sensores hiperespectrales para la detección de defectos internos Empresas como Insort GmbH han desarrollado sistemas como Sherlock Food Analyzer, que utilizan sensores hiperespectrales para analizar la composición interna de cada patata. Estos sensores permiten:   1. Detección de defectos internos no visibles externamente Uno de los mayores retos en la industria de la patata es identificar defectos internos que no pueden detectarse a simple vista, como el oscurecimiento interno, daños por congelación, necrosis o cavidades internas. Para ello, se utilizan tecnologías avanzadas como: Espectroscopia de infrarrojo cercano (NIR): Permite analizar la composición interna de la patata sin necesidad de cortarla, detectando variaciones en su estructura química asociadas a daños o enfermedades. Rayos X y tomografía computarizada (CT): Se emplean en entornos industriales para detectar defectos estructurales internos antes de la clasificación y procesamiento. Análisis de imágenes hiperespectrales: Esta técnica capta información en diferentes longitudes de onda para identificar cambios en la textura y composición de la patata, permitiendo detectar defectos no visibles externamente. Estas tecnologías mejoran la eficiencia de la selección, reducen el desperdicio y aseguran que solo las patatas en óptimas condiciones lleguen a los consumidores o al procesamiento industrial.   2. Clasificación de patatas según su contenido de materia seca El contenido de materia seca en las patatas es un factor clave para determinar su mejor uso en diferentes aplicaciones industriales: Para fritura (patatas chips o a la francesa): Se requiere un alto contenido de materia seca (superior al 20%), ya que una menor cantidad de agua reduce la absorción de aceite y mejora la textura crujiente. Para puré o productos deshidratados: Se prefieren patatas con un contenido de materia seca moderado (18-20%), ya que esto garantiza una consistencia cremosa sin volverse demasiado harinosas. Para consumo fresco o cocción: Se utilizan patatas con menor materia seca (menor al 18%), que retienen más agua y ofrecen una textura firme tras la cocción.   Para clasificar las patatas según su materia seca, se usan métodos como: Medición de la densidad flotante en soluciones salinas. Espectroscopia de infrarrojo cercano (NIR), que analiza la composición química sin contacto. Análisis de conductividad dieléctrica, que evalúa la cantidad de agua en la patata.   Esta clasificación optimiza la asignación de lotes según su destino final, mejorando la eficiencia de la producción y la calidad del producto final.   3. Asegurar una calidad homogénea en la producción industrial de derivados de la patata Para garantizar un estándar de calidad constante en productos como patatas fritas, purés instantáneos, fécula de patata o productos precocidos, se deben aplicar controles rigurosos en todo el proceso: Selección de materias primas: La clasificación previa