Desafíos y oportunidades para el sector exportador
La imposición de aranceles a productos de la Unión Europea por parte de Estados Unidos representa un reto significativo para el sector español de la patata. Sin embargo, esta situación también abre un abanico de oportunidades para fortalecer nuestra posición en el mercado norteamericano y diversificar nuestros destinos de exportación.
Desde Patatas FRUSANGAR analizamos detalladamente el panorama actual, las perspectivas futuras y las estrategias más efectivas para convertir este desafío en una oportunidad de crecimiento para nuestro sector.
El panorama actual de las exportaciones de patata española a Estados Unidos
Las relaciones comerciales entre España y Estados Unidos en el sector agroalimentario han seguido una tendencia positiva en los últimos años, a pesar de algunos altibajos. Para comprender mejor el posible impacto de los nuevos aranceles, es fundamental analizar la situación actual y la evolución reciente de nuestras exportaciones.
Datos macroeconómicos de exportaciones 2023-2024
El año 2023 representó un periodo de cierta estabilidad para las exportaciones españolas de productos hortofrutícolas a Estados Unidos. Según datos de FEPEX, España exportó frutas y hortalizas por valor de 85 millones de euros a EE.UU., experimentando un ligero retroceso del 2% respecto al año anterior. En cuanto al volumen, las exportaciones alcanzaron las 27.103 toneladas, con una caída interanual del 18%.
Específicamente en el sector de la patata, España exportó 1.099 toneladas a Estados Unidos en 2023, generando un valor de 2,1 millones de euros. Esto sitúa a la patata como el cuarto producto hortofrutícola más exportado a este mercado, por detrás del ajo (18.801 toneladas), el pepino (1.878 toneladas) y la cebolla (1.763 toneladas).
El año 2024 mostró una recuperación significativa del sector exportador. Las exportaciones españolas de frutas y hortalizas frescas a Estados Unidos alcanzaron un total de 32.468 toneladas, lo que supuso un incremento del 20% respecto a 2023. En términos de valor, las ventas crecieron un 10%, hasta los 93 millones de euros.
A pesar de este crecimiento, Estados Unidos sigue representando una porción relativamente pequeña de nuestro mercado exportador, ocupando el vigésimo puesto entre los destinos de nuestros productos hortofrutícolas. Las exportaciones a este país apenas suponen el 0,2% del volumen total de frutas y hortalizas exportadas por España, que en 2024 ascendió a 12,3 millones de toneladas, con un valor superior a los 17.700 millones de euros.
Previsiones para 2025 antes del anuncio de aranceles
Las perspectivas para 2025 eran excepcionalmente positivas antes del anuncio de los aranceles. Las condiciones de siembra para la patata se presentaban correctas, con menos problemas de disponibilidad de semilla que en campañas anteriores. El sector esperaba consolidar e incluso aumentar la presencia de la patata española en el mercado estadounidense.
La producción nacional de patata en 2024 alcanzó aproximadamente 1,9 millones de toneladas, cifra ligeramente superior (un 0,6%) a la campaña anterior, aunque todavía un 5,2% por debajo de la media del periodo 2019-2023. Castilla y León, la principal región productora, aumentó su superficie cultivada en un 2,1%, hasta las 17.300 hectáreas, lo que reforzaba las buenas expectativas para la campaña de 2025.
Estos indicadores, junto con la creciente valoración de la calidad de la patata española en mercados internacionales, proyectaban un escenario de crecimiento sostenido que ahora debe ser reconsiderado a la luz de las nuevas medidas arancelarias.

El nuevo escenario arancelario y su impacto en el sector
La reciente escalada de tensiones comerciales entre Estados Unidos y la Unión Europea ha culminado con el anuncio de nuevos aranceles que podrían afectar significativamente al sector agroalimentario europeo, incluido el de la patata.
Las medidas arancelarias anunciadas por EE.UU.
El 10 de febrero de 2025, Estados Unidos anunció la imposición de aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio de uso industrial procedentes de la UE, así como a otros productos semiacabados y terminados de estos materiales y a sus derivados comerciales. Aunque estas medidas se centran inicialmente en productos industriales, existe una preocupación real sobre la posibilidad de que la administración estadounidense amplíe los aranceles a otros sectores, incluido el agroalimentario, como parte de una estrategia más amplia de proteccionismo comercial.
La respuesta de la Unión Europea
En respuesta a estas medidas, la Comisión Europea ha anunciado que impondrá contramedidas rápidas y proporcionadas contra las importaciones estadounidenses. La CE ha publicado un listado de 99 hojas con productos importados de EEUU susceptibles de tener aranceles, afectando a más de 18.000 millones de euros de exportaciones estadounidenses a la UE. Entre los productos agrarios incluidos en esta lista se encuentran: carne de aves de corral, carne de vacuno, ciertos mariscos, frutos secos, huevos, productos lácteos, azúcar y verduras. Aunque no se menciona específicamente, las patatas podrían quedar incluidas en esta última categoría. Además, la Comisión ha decidido permitir que la suspensión de las contramedidas vigentes de 2018 y 2020 contra EEUU expire el 1 de abril de 2025, lo que supondrá la aplicación de aranceles adicionales a diversos productos americanos.
Consecuencias potenciales para el sector español de la patata
El impacto de estas medidas en el sector de la patata español podría manifestarse de diversas formas:
- Efectos directos en las exportaciones: Si los aranceles estadounidenses se amplían al sector agroalimentario, incluyendo las patatas, podríamos observar un encarecimiento inmediato de nuestro producto en el mercado americano. Un arancel del 25%, similar al aplicado a otros productos, supondría un incremento significativo del precio final para el consumidor estadounidense, lo que podría reducir la demanda.
- Impacto en la competitividad: Los márgenes comerciales del sector podrían verse presionados, ya que los exportadores probablemente tendrían que absorber parte del incremento de costes para mantener la competitividad. Esto afectaría a la rentabilidad de las operaciones comerciales con EE.UU.
- Oportunidades derivadas de las contramedidas europeas: Por otro lado, las contramedidas anunciadas por la UE podrían afectar a las importaciones de patatas estadounidenses a Europa, lo que podría crear un espacio de oportunidad para los productores españoles en el mercado comunitario. Según datos disponibles, en 2024, las exportaciones de patata de EE.UU. a países como Canadá y México aumentaron significativamente, lo que sugiere que estos países son importadores netos de patata americana.

Las ventajas competitivas de la patata española en el mercado estadounidense
A pesar del desafío que suponen los aranceles, la patata española cuenta con numerosas ventajas competitivas que pueden ayudar a mantener su presencia en el mercado estadounidense.
Calidad diferencial del producto español: La patata española destaca en el mercado internacional por diversos factores.
Características organolépticas superiores: Las condiciones edafoclimáticas de las zonas productoras españolas confieren a nuestras patatas características únicas en términos de sabor, textura y conservación. Las diferentes variedades cultivadas en España se adaptan perfectamente a diversas aplicaciones culinarias, desde frituras hasta cocción o ensaladas.
Sistemas de producción avanzados: Los agricultores españoles combinan sabiamente técnicas tradicionales con innovaciones tecnológicas, lo que resulta en un producto de calidad consistente. Los sistemas de riego eficiente, la mecanización adaptada y el uso responsable de insumos contribuyen a obtener patatas de excelente calidad.
Garantías sanitarias y de seguridad alimentaria: El sector productor español está sometido a estrictos controles fitosanitarios y cumple rigurosamente con todas las normativas europeas en materia de seguridad alimentaria. Esto ofrece garantías adicionales muy valoradas en mercados exigentes como el estadounidense.
Comparativa con las patatas canadienses y mexicanas: Frente a las patatas procedentes de Canadá y México, principales competidores en el mercado norteamericano, nuestro producto presenta ventajas significativas:
Superioridad cualitativa: Las patatas españolas son reconocidas por su excelente sabor y propiedades culinarias, mientras que las producciones más industrializadas de Canadá suelen estar más orientadas al procesamiento industrial.
Mayor sostenibilidad: Nuestros sistemas productivos incorporan cada vez más prácticas de agricultura sostenible, respondiendo así a las demandas de los consumidores más concienciados. Los métodos de producción españoles tienden a ser menos intensivos en el uso de insumos que los empleados en grandes explotaciones canadienses.
Variedades exclusivas: España cultiva algunas variedades específicas con características particulares que no se encuentran fácilmente en la producción canadiense o mexicana, lo que permite acceder a nichos de mercado especializados.
Prestigio de la gastronomía española: El creciente reconocimiento internacional de la gastronomía española actúa como embajador de nuestros productos agroalimentarios, incluida la patata, especialmente en el canal HORECA de EE.UU.
Transformando desafíos en oportunidades
A pesar del reto que suponen los nuevos aranceles, el futuro de las exportaciones españolas de patata a Estados Unidos puede ser prometedor si el sector adopta una actitud proactiva y estratégica.
La calidad excepcional de la patata española, su prestigio internacional y la creciente valoración de la gastronomía mediterránea en EE.UU. son activos fundamentales para mantener nuestra posición en ese mercado, incluso en un contexto arancelario desfavorable.
Las buenas expectativas para la campaña de 2025, con condiciones de siembra correctas y menor incertidumbre respecto a la semilla, proporcionan una base sólida para afrontar los desafíos comerciales. La producción española de patata, que alcanzó 1,9 millones de toneladas en 2024, muestra signos de estabilización tras años de ligeros descensos.
La diversificación de destinos, la especialización en segmentos de alto valor y la creación de productos con mayor valor añadido son estrategias clave para no solo resistir el impacto de los aranceles, sino para salir fortalecidos de esta situación.
En Patatas FRUSANGAR estamos convencidos de que el sector español de la patata tiene los recursos, el conocimiento y la capacidad de adaptación necesarios para convertir este desafío arancelario en una oportunidad para reinventarse y crecer. Los productores españoles han demostrado repetidamente su resiliencia ante situaciones adversas, y esta no será una excepción.
La patata española seguirá conquistando paladares en todo el mundo, incluido Estados Unidos, gracias a su indiscutible calidad y al esfuerzo conjunto de todos los actores de la cadena de valor. El futuro, a pesar de los aranceles, sigue siendo prometedor para nuestro sector.