Crema de patata y calabaza con chips de boniato

Prepara las verduras:
Comienza pelando y cortando las patatas Agria en trozos medianos, lo suficientemente grandes para que conserven su textura al hervir. Pela también la calabaza y córtala en cubos de tamaño similar. Lava el puerro y córtalo en finas rodajas, asegurándote de eliminar cualquier resto de tierra. Pela el diente de ajo y resérvalo.

Sofríe los ingredientes base:
En una olla grande, añade dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y caliéntalo a fuego medio. Sofríe el puerro hasta que esté tierno y comience a dorarse ligeramente, liberando un aroma dulce y delicado. Añade el ajo picado y cocina por 1-2 minutos más, cuidando de que no se queme para evitar sabores amargos.

 Cocina las patatas y la calabaza:
Incorpora los trozos de patata y calabaza a la olla, mezclándolos bien con el sofrito para que absorban los sabores del puerro y el ajo. Vierte el caldo de verduras caliente hasta cubrir los ingredientes. Lleva la mezcla a ebullición, reduce el fuego y deja cocinar a fuego lento durante 20-25 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas al pincharlas con un tenedor.

Prepara los chips de boniato:
Mientras las patatas y la calabaza se cocinan, pela el boniato y córtalo en finas rodajas con la ayuda de una mandolina para obtener una textura uniforme. Calienta aceite en una sartén y fríe las rodajas hasta que estén crujientes y ligeramente doradas. Retíralas con una espumadera y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Resérvalas para decorar.

Tritura la crema:
Una vez que las patatas y la calabaza estén bien cocidas, retira la olla del fuego. Con una batidora de mano, tritura la mezcla hasta obtener una textura suave y homogénea. Para un toque extra de cremosidad, añade la nata líquida y mezcla bien. Si la crema está demasiado espesa, ajusta la consistencia añadiendo un poco más de caldo caliente. Rectifica de sal y pimienta al gusto.

Monta el plato y decora:
Sirve la crema caliente en cuencos individuales. Decora con los chips de boniato crujientes, unas hojitas de tomillo fresco y un chorrito de aceite de oliva virgen extra para un acabado brillante y aromático.